Sobre la obra
Esta obra de arte presenta una escena íntima donde el límite entre la figura y la naturaleza se disuelve en un momento tranquilo de conexión y cuidado. Una figura solitaria se inclina hacia un cuerpo de agua en calma, su forma alargada sugiere tanto vulnerabilidad como gracia. Reflejada en la oscura superficie cubierta de lirios, la presencia de la figura se siente tanto inmersa como suspendida, como si participara en un ritual de cuidado silencioso. Rodeando a la figura, las hojas florecen en verdes profundos tocados por ricos rojos, envolviendo la escena en un abrazo natural que enfatiza el crecimiento y la protección.
Con un telón de fondo de tonos cálidos y brillantes, la pieza captura un delicado equilibrio de energía, entre luz y sombra, quietud y vida. Los lirios sobredimensionados y el follaje envolvente realzan esta sensación de estar tanto arraigado como envuelto dentro de un ecosistema vivo. Esta combinación de elementos surrealistas con lo familiar invita a reflexionar sobre cómo el cuidado y la atención crean espacio para la renovación, no solo en la naturaleza, sino dentro de nosotros mismos.
La obra explora la idea de cuidar: cómo nutrir el cuerpo y el alma es tan intrincado y esencial como cultivar un jardín. Desafía a los espectadores a considerar el poder silencioso que se encuentra en actos suaves de cuidado, y cómo la belleza surge de la paciencia, la presencia y la disposición a inclinarse hacia la fragilidad. A través de su uso reflexivo del color, la forma y la composición, la pintura habla de la sutil fuerza de la vulnerabilidad y el potencial transformador de una conexión consciente.
Presupuesto
| Editor | Kaveh (Michael) Amiri |
|---|---|
| Enmarcado | No incluido |
| Estado/detalles | Excelente |
| Firma | Incluido |
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